domingo, 4 de diciembre de 2011

Cómo se retiene al personal clave

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Actualmente las empresas intentan conservar a sus empleados que son tentados por compañías del exterior.
"La crisis no modificó sustancialmente las estrategias de retención: las empresas que siempre estuvieron interesadas en mantener a sus talentos en la organización siguen implementando estas políticas", afirma la consultora Dina Sznirer.
Las empresas instrumentan una mayor cantidad de medidas de motivación y diferenciación de personal que no demandan demasiada inversión, como involucrar a ciertos empleados en proyectos especiales o mejorar la comunicación.
La firma de consumo masivo Unilever identifica al personal clave en todos los niveles. En los últimos 5 años el índice de retención del personal clave fue del 96%, mientras que durante 2002 llegó al 98%.
Se desarrolla un determinado porcentaje de empleados con potencial para asegurar la sucesión, con el objetivo de que haya gente preparada para ocupar, cuando sea necesario, cargos de jefatura, gerencia o dirección.

Un factor diferencial en la empresa


Uno de los factores diferenciales por parte de las compañías es el liderazgo. Por un lado se define el liderazgo como la capacidad para concebir la visión de lo que debe ser la empresa y establecer tanto la misión de la misma dentro de su mercado como las estrategias a seguir para lograrla. Por otro lado, a nivel interno, el liderazgo es la actitud de influenciar a las personas de la organización para que se empeñen voluntariamente en lograr los objetivos de la organización.

La persona líder debe tener una actitud estratégica basada en la voluntad para llevar a cabo la adaptación de la organización y de las personas a los cambios del entorno. Pero además ha de tener la capacidad de enfrentarse al entorno y la competencia profesional para responder a los retos, las amenazas y las oportunidades que el propio entorno ofrece. Es prácticamente imposible que una empresa pueda ser líder en su mercado si no hay un líder dentro de la organización.

Se puede ser influyente sin tener un cargo



Cualquiera que se lo proponga es capaz de crear una experiencia que lleva a que los demás se interesen por uno y que hace crecer el propio valor dentro de la empresa. Sin tener poder, ser reconocido y sin ser jefe, es posible ser importante e influyente en la empresa donde uno trabaja.
La influencia como poder informal generará un cambio positivo en todo lo que hace y ya no será uno más de aquellos empleados vulnerables.
Si le apasiona su trabajo, puede crear gran impacto, y su valor dentro de la empresa irá creciendo. Cuando su voz importa y se escucha, la gente quiere ser parte de sus conversaciones, saber sobre usted y lo que representa. Su talento es descubierto por otras personas influyentes en la empresa, y deberá tener cierta presencia ejecutiva aun que no tenga poder ni cargo.
José Ramón Pin, profesor del IESE, indica que poder e influencia no son independientes: “Quien tiene poder acaba teniendo influencia, y el que consigue ésta, termina por tener poder."
Lo primero es saber escuchar. Después hay que dominar las fuentes de información. Y en todo lo que haga se debe dejar una huella personal para que lo puedan clasificar de alguna manera. No está de más convertirse en un referente en las redes sociales, sin competir con la propia empresa.