domingo, 4 de diciembre de 2011

Se puede ser influyente sin tener un cargo



Cualquiera que se lo proponga es capaz de crear una experiencia que lleva a que los demás se interesen por uno y que hace crecer el propio valor dentro de la empresa. Sin tener poder, ser reconocido y sin ser jefe, es posible ser importante e influyente en la empresa donde uno trabaja.
La influencia como poder informal generará un cambio positivo en todo lo que hace y ya no será uno más de aquellos empleados vulnerables.
Si le apasiona su trabajo, puede crear gran impacto, y su valor dentro de la empresa irá creciendo. Cuando su voz importa y se escucha, la gente quiere ser parte de sus conversaciones, saber sobre usted y lo que representa. Su talento es descubierto por otras personas influyentes en la empresa, y deberá tener cierta presencia ejecutiva aun que no tenga poder ni cargo.
José Ramón Pin, profesor del IESE, indica que poder e influencia no son independientes: “Quien tiene poder acaba teniendo influencia, y el que consigue ésta, termina por tener poder."
Lo primero es saber escuchar. Después hay que dominar las fuentes de información. Y en todo lo que haga se debe dejar una huella personal para que lo puedan clasificar de alguna manera. No está de más convertirse en un referente en las redes sociales, sin competir con la propia empresa.

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